¡Cuando se trata de hallar cuentos bonitos para dormir, uno no puede evitar evocar aquellas épocas memorables en que nuestros progenitores nos sumergían en mundos imaginarios repletos de personajes fantásticos y situaciones increíbles! Lo cierto es que no solo nos transportaban a dimensiones mágicas, sino que también nos proporcionaban enternecedoras moralejas para la vida. A continuación, te adentraremos en las ¡Noches Mágicas! brindándote una selección de geniales narraciones para compartir antes de que el descanso nocturno se apodere de ti.

El hada despistada y la escoba soñadora

Existió una vez un hada muy despistada que siempre confundía las pócimas en su laboratorio mágico. Su mejor amiga era una escoba soñadora, quien al contrario de su compañera, se perdía en sus divagaciones y se olvidaba de su labor cotidiana… ¡Barrer!

Una pórpora púrpura

Cierto día, por accidente, el hada derramó una pócima púrpura sobre la escoba. Para su sorpresa, esta le confirió el obsequio de trasladarse velozmente de un sitio a otro. Ambas, sumamente emocionadas, emplearon este don para llegar a lugares que jamás soñaron. Las visitas sorpresivas en las moradas de sus vecinos mágicos y la asistencia inmediata a acontecieros lejanos se convirtieron en su actividad predilecta. No obstante, todo tiene sus consecuencias, pues su total falta de responsabilidad en sus tareas cotidianas les enseñó a que se puede gozar de la espontaneidad y la fantasía, pero en su justa medida.

La llave de los cuentos

Años ha, un niño hurgaba en las pertenencias del abuelo esperando hallar algún tesoro escondido. Mientras desenredaba un nudo de objetos desgastados, una llave diminuta llamó su atención. Emocionado, le mostró el hallazgo al abuelo, quien desveló el secreto de la llave:

El cofre mágico

El anciano le instruyó sobre cómo encontrar una misteriosa caja medio oculta en un cajón del aparador. Para estupefacción del infante, introduciendo la llave y dándole vueltas, un libro surgió de la aparente vacuidad. No obstante, ¡no era un libro corriente! El abuelo relató a su nieto cómo solo una lánguida voz y una genuina capacidad de sentir podían dar vida a las historias que contenía. Así, cada día, el niño leía con fervor y sentimiento cuentos bonitos para dormir a sus progenitores, a sus amigos, a sus mascotas y a las plantas que habitaban en su jardín. Para su asombro, los relatos reverberaban en lo profundo de su ser, aportándole sabiduría y aguzando su comprensión de los otros y de sí mismo.

El Mago de la Noche

Todos en la aldea hablaban de un mago misterioso que hacía acto de presencia en las ensoñaciones de sus habitantes. Algunos aseguraban estaban encantados, pues sus sueños eran inspiradores y claros, mientras que otros arrastraban consigo pesadillas y un inexplicable temor.

El elixir de la noche

Una niña curiosa e intrépida decidió adentrarse en la noche y averiguar la verdad detrás del misterio. Recorriendo el perímetro de la aldea, encontró al enigmático mago y lo abordó sin temor. Éste le habló de un elixir que preparaba durante el día, cuyos ingredientes eran mezcla de palabras y acciones de los aldeanos. Aclaró además que cada uno recibía en sueños lo que había cosechado durante su jornada diaria. La niña regresó a su hogar con esta sabiduría, contando lo sucedido a sus vecinos y consciente de la importancia de mantener un reflectante corazón.

Los cuentos bonitos para dormir aportan momentos de disfrute y enseñanza para los más jóvenes y los adultos también. La próxima vez que desees trasladarte a días pasados o transmitir una pieza de sabiduría, dale rienda suelta a la imaginación y comparte algunas de nuestras ¡Noches Mágicas!